La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pide en un informe que ha presentado en las Cortes que se favorezcan los sistemas de préstamo y reutilización de los libros de texto en las enseñanzas obligatorias, y para ello propone que se adquieran con fondos públicos y que sean reutilizados por distintos alumnos.
En el estudio “Gratuidad de los libros de texto: programas, ayudas, préstamos y reutilización”, la Defensora analiza la evolución y eficacia de los sistemas de apoyo a la gratuidad de los libros de texto en las etapas de enseñanza obligatoria entre los cursos 2008-2009 y 2012-2013.
El informe finaliza con doce recomendaciones a las autoridades educativas y entre ellas están las de mantener los programas y sistemas de apoyo a la gratuidad en la enseñanza obligatoria, y promover líneas de actuación coordinadas para que el apoyo a la gratuidad de los libros de texto sea equiparable en toda España y se asegure la igualdad de los alumnos en esta etapa.
La institución apuesta por el sistema de préstamo y reutilización de los libros de texto ya que considera que es más eficiente y tiene un coste menor que otras modalidades de ayudas a la compra de estos materiales, pero además entiende que fomenta valores y actitudes de uso responsable entre los escolares.
Además, considera necesario complementar este sistema de préstamo y reutilización con el mantenimiento y fomento de bibliotecas de aula para promover en los alumnos la adquisición de hábitos de uso de los recursos bibliográficos y culturales.
Para facilitar la reutilización de los libros, Becerril pide que se determinen procedimientos y programas en colaboración con los centros docentes y asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas).
Además, recomienda que se apoye a los centros para limitar las cargas de gestión que implica el funcionamiento del sistema de préstamo y reutilización.
Insta también a que se amplíe el ámbito de las políticas de gratuidad de los libros cuando sea presupuestariamente posible y a que se promuevan actuaciones con el sector editorial, tanto en lo que respecta a los programas de préstamo y reutilización, como los de ayudas directas a la adquisición de libros.
Según señala la institución, desde 2008, el Estado y las comunidades autónomas han dedicado 1.211.656.640 euros a financiar los distintos programas de ayudas y de gratuidad de libros de texto.
De esta cantidad, las comunidades aportaron un 72,2 % (874.445.772 euros) mientras que el Estado contribuyó con el 27,8 % restante (337.210.868 euros).
En el periodo analizado, el objetivo de gratuidad de los libros de texto ha retrocedido, según la institución, y lo ha hecho tanto en el importe de los fondos globales destinados a este fin, como en el porcentaje de beneficiarios del mismo respecto de la población escolar total.
En concreto, en los últimos cinco años, los fondos totales destinados a la financiación de las políticas de gratuidad han caído un 45,2 %, como consecuencia de la bajada del 74,9 % de la financiación estatal y de la reducción del 34,9 % de la financiación autonómica.
Una situación que se ha traducido en una caída del número de beneficiarios del 33,1 %.