Los hechos se produjeron el 21 de octubre de 2012 cuando el dirigente socialista se dirigía a ejercitar su derecho a voto en un colegio electoral vizcaíno, donde le esperaba un grupo de personas que portaba carteles en favor de los presos de ETA y profirieron diversos gritos. Tras varios forcejeos, abandonaron el aula electoral y el exlehendakari pudo depositar su voto.
Manos Limpias presentó denuncia ante la Fiscalía al entender que los hechos registrados podían ser constitutivos de delito y el Ministerio Fiscal inició diligencias previas por los hechos denunciados, que fueron remitidas al Juzgado de Guardia de Bilbao, ante “la posible comisión de un delito electoral o un delito de coacciones”. Posteriormente, según ha explicado, el caso ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, que ha abierto ya diligencias previas.