Los bomberos continúan hoy trabajando para asegurarse de que el incendio que ha quemado unos 150 edificios y dejado ocho heridos en la localidad de Itoigawa (noroeste de Japón), donde cientos de residentes han tenido que ser evacuados, no se reactive.
La magnitud del fuego, que ha carbonizado unos 40.000 metros cuadrados del centro de este municipio de la prefectura de Niigata, responde a los fuertes vientos que han golpeado los últimos dos días la localidad costera.
La estrechez de las calles -que ha complicado el trabajo de las dotaciones de bomberos- y la gran cantidad de edificaciones tradicionales de madera que existen en el pueblo también han contribuido a que el fuego se extendiera con gran rapidez.
El incendió se originó el jueves en torno a las 10.30 hora local (1.30 GMT del jueves) en un restaurante del centro de la localidad y enseguida generó una gigantesca columna de humo que llegó a alcanzar unos 300 metros de altura.
Los bomberos han tardado 10 horas en dar el incendio por controlado, pero se mantienen aún vigilantes ante la posibilidad de que pueda reactivarse ayudado por los fuertes vientos de hasta 87 kilómetros por hora que soplan hoy en Itoigawa.
El incendio ha obligado a evacuar a unas 740 personas procedentes de unos 360 hogares, informó la agencia Kyodo.
También ha dejado heridos leves a dos mujeres y a seis bomberos, según detalló la cadena de radiotelevisión pública NHK.
Se trata del mayor incendio no provocado por un desastre natural que se ha registrado en Japón en los últimos 20 años.