El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, pidió hoy a sus colegas de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) “una declaración clara, contundente”, que demuestre “la unidad de los países de la región” en relación a Venezuela y sus tensiones con Estados Unidos.
El representante de Uruguay, país que ocupa la presidencia de turno de la Unasur, hizo esta solicitud al abrir una reunión extraordinaria de cancilleres del bloque que se celebra en la sede del organismo, en Quito, secundada por los jefes de la diplomacia de los doce países que lo integran.
En la sesión se abordarán las fricciones entre Venezuela y Estados Unidos, después de que esta semana el país norteamericano declarara al sudamericano como una “amenaza” para su seguridad y su política exterior.
El secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, pidió por su parte a los ministros de Relaciones Exteriores que no pierdan de vista los principios de paz, democracia y defensa de los derechos humanos.
“Esos son los tres principios alrededor de los cuales nos movemos y nos vamos a seguir moviendo aquí en la Unasur”, aseveró.
Tras la apertura de la reunión, la sesión continuó a puerta cerrada para analizar el decreto del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, quien el lunes declaró una situación de “emergencia nacional” en ese país ante el “riesgo extraordinario” que considera que representa la situación venezolana para su seguridad.
Ese es uno de los puntos de la agenda de la reunión, en la que también se conocerá un informe de una comisión especial de cancilleres de la Unasur que visitó Caracas el pasado 6 de marzo junto a Samper.
Los enviados, el ecuatoriano Ricardo Patiño, la colombiana María Ángela Holguín y el brasileño Mauro Vieira, se entrevistaron con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y con representantes de la oposición, así como con autoridades electorales y judiciales, para conocer en profundidad la situación del país y tratar de buscar fórmulas de acercamiento entre Gobierno y opositores.
La reunión se celebra precedida de críticas a Estados Unidos y de expresiones de respaldo a Venezuela, principalmente por parte de los gobiernos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que cerraron filas en torno al país sudamericano y a su Presidente, Nicolás Maduro.
El mandatario venezolano dijo ayer que le tiende “una mano al Gobierno de Estados Unidos” para que avancen “juntos en diálogos francos”.
“Yo tiendo una mano al Gobierno de Estados Unidos para que avancemos juntos en diálogos francos y busquemos una solución sobre la base del derecho internacional, el respeto mutuo, para que se subsane este grave problema que se ha creado”, dijo Maduro durante un acto político en el norte de Venezuela.
Al encuentro de cancilleres asistieron los ministros de los doce países del bloque: el de Argentina, Héctor Timerman; Bolivia, David Choquehuanca; Brasil, Mauro Vieira; Colombia, María Ángela Holguín; Ecuador, Ricardo Patiño; Guyana, Carolyn Rodrigues- Birkett y Perú, Gonzalo Gutiérrez.
También los de Surinam, Winston Lackin; Uruguay, Rodolfo Nin Novoa; Venezuela, Delcy Rodríguez; Paraguay, Eladio Loizaga, y Chile, Heraldo Muñoz.