El presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo, afirmó hoy que las condiciones de vida de los discapacitados, su participación en la sociedad y su visibilidad no son aceptables después de más de 30 años de Constitución y casi 40 de democracia.
Luis Cayo hizo esta reflexión durante la inauguración del IX Congreso de Cermis Autonómicos, que se celebra hasta el miércoles en Santa Cruz de Tenerife y en el que se tratará de redefinir el modelo de activismo para los momentos de crisis.
“Gestión del cambio en discapacidad” es el lema del congreso , que reúne a los representantes de la discapacidad organizada de las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas.
“Tenemos que repensar el modelo de activismo, necesitamos políticas vigorosas de inclusión” para el 10 por ciento de la población que sufre alguna discapacidad, “una minoría silenciosa” que sin embargo está en todas las capas de la sociedad, dijo Luis Cayo.
Las políticas públicas, “que se han resentido gravemente en los últimos años”, deben conseguir la inclusión, para que la discapacidad “sea solamente un elemento de diversidad humana valiosa”, dijo el presidente de Cermi.
Luis Cayo advirtió de que “el precario entorno” que habían conseguido los discapacitados de las instituciones públicas “se ha deteriorado de un modo estremecedor”, y por eso es necesario “un cambio político, institucional y de toma de conciencia”.
Pero a la vez, el movimiento organizado de discapacitados debe impulsar un cambio interno para adaptarse a las nuevas circunstancias y conseguir cada vez más aliados en la sociedad.
“Rechazamos extender la mano para pedir, queremos pedir porque estamos dispuestos a dar”, dijo el presidente del Cermi, y por eso señaló que este congreso de Cermis autonómicos debe servir para un rearme del activismo, para “conquistar la calle” y que no se pueda eludir a los discapacitados.