En plena tensión con países vecinos como Japón, Filipinas o Vietnam por la soberanía de varios archipiélagos, China anunció que desarrollará el uso de drones (aviones espía no tripulados) para la vigilancia de sus aguas territoriales.
Responsables de la Administración Oceánica Estatal informaron a través de la agencia oficial Xinhua de la puesta en marcha de un programa piloto en una de las provincias costeras, Jiangsu, para el uso de drones en labores de vigilancia marítima.
El objetivo es, después del periodo de prueba en Jiangsu, disponer de servicios de vigilancia mediante drones en toda la costa china hacia el año 2015, señaló Yu Qinsong, alto cargo de la mencionada administración.
Yu añadió que aumentarán los esfuerzos para la vigilancia de las islas Diaoyu (llamadas Senkaku por Japón y protagonistas del actual conflicto diplomático entre los dos países) y el atolón de Huangyan, que en meses pasados causó tensiones entre China y Filipinas.
El uso de drones es “flexible, barato y eficaz, comparado con la utilización de vigilancia por satélite” o el uso de vehículos aéreos o marinos tripulados, señaló la administración china.
Además de los conflictos en Diaoyu y Huangyan, China y Vietnam mantienen una larga disputa por la soberanía de las islas Paracel (llamadas Xisha por la parte china); y los dos países, junto a Filipinas y otras naciones del sureste asiático, reclaman total o parcialmente el archipiélago Spratly, denominado Nansha por Pekín.
Los drones han sido utilizados principalmente con fines militares, especialmente por Estados Unidos.