Ha acabado fuera del recinto de la Ciutadella --donde está el Parlament--, después de que muchos agentes antidisturbios fueran dispersándolos desde la fachada del Parlament hasta las puertas de la Ciutadella.
Tanto dentro como fuera del recinto, los activistas que han provocado incidentes les han tirado piedras, fundamentalmente, y tres periodistas han recibido golpes.