España figura, junto con Alemania, Bélgica, Francia e Italia, entre los países con sistemas públicos que más hacen por promover los estudios o la formación en el extranjero de estudiantes de educación superior, según datos difundidos hoy por la Comisión Europea (CE).
El Ejecutivo comunitario ha dado a conocer los resultados del primer “marcador de la movilidad de la Unión Europea” (UE), que analiza los esfuerzos que realizan los países en cinco áreas que influyen en la motivación y la aptitud de los jóvenes para estudiar o formarse en otros países.
En particular, examina la información y orientación sobre las oportunidades de movilidad, la posibilidad de “trasladar” al extranjero las becas o ayudas económicas, el conocimiento de idiomas, el reconocimiento de los estudios cursados en otros países y el apoyo a los estudiantes de entornos desfavorecidos.
Ninguno de los países obtiene resultados muy altos en todas las medidas de su sistema de movilidad.
España sale bien parada sobre todo en cuanto a la información que se facilita a los jóvenes sobre las posibilidades de trasladarse al extranjero y en el reconocimiento de cursos.
Además, se califica de “correcta” la posibilidad que ofrece el sistema español de trasladar a otros países las becas u otras ayudas.
Sin embargo, el marcador considera “muy débil” el apoyo en España a la movilidad de los estudiantes con un entorno socioeconómico bajo y “débil” la preparación en el ámbito de los idiomas.
De manera general, el indicador pone de manifiesto que los Estados miembros deben hacer “un mayor esfuerzo” para impulsar la educación y formación en otros países.
Con este marcador, la CE responde en parte al llamamiento de los Estados miembros para que se supriman los obstáculos para cursar estudios y recibir formación en el extranjero, dentro de un esfuerzo más amplio por ayudar a los jóvenes a obtener la experiencia que necesitan para mejorar sus posibilidades de encontrar trabajo.
La comisaria Europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, ha subrayado que “estudiar y recibir formación en otros países es una manera excelente de obtener valiosas capacidades y experiencia” y que, por ese motivo, la UE ha aumentado los fondos destinados a la movilidad del programa Erasmus+.
“Gracias al marcador de la movilidad podemos ver, por primera vez, en qué medida los países están creando un entorno positivo para fomentar la movilidad de los estudiantes, y en qué ámbitos podrían hacer más”, ha añadido.
Las estructuras de información y orientación menos desarrolladas están en Bulgaria, Grecia, Chipre y Eslovenia.