El exministro japonés de Asuntos Exteriores Seiji Maehara fue elegido hoy nuevo líder del principal partido opositor en Japón, el Partido Democrático (PD), que busca restaurar su credibilidad para convertirse en una alternativa de gobierno viable.
Maehara, de 55 años y corte conservador, se impuso hoy al candidato liberal Yukio Edano, de 53 años, exministro portavoz del Ejecutivo, en las elecciones presidenciales de la formación política celebradas hoy tras la dimisión en julio de Renho Murata, por los malos resultados en las elecciones regionales de Tokio de dicho mes.
Renho, la primera mujer en ostentar el cargo, llegó a la presidencia del PD en septiembre de 2016 con aire renovador en un momento de debilidad para esta formación de centro que ha conseguido resultados muy decepcionantes en todas elecciones celebradas tras su cuestionada gestión en el Gobierno de 2009 al 2012.
Tras casi un año de mandato y a pesar de una caída en el índice de aprobación del Gabinete del primer ministro Shinzo Abe, el PD de Renho no fue capaz de aumentar sus escaños en la asamblea metropolitana, donde el nuevo partido de la actual gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, arrasó en las urnas.
“Trabajemos juntos para que este día sea recordado en el futuro como el día que cambió la política de Japón”, dijo tras darse a conocer su victoria Maehara, quien aseguró que su elección “marca el comienzo de un nuevo Partido Democrático”.
Maehara fue ministro de Asuntos Exteriores desde septiembre de 2010 hasta junio de 2011, cuando dimitió tras reconocer haber aceptado una donación política ilegal.
Ministro de Territorio, Infraestructura, Transporte y Turismo (2009-2010) durante la legislatura del primer ministro Naoto Kan -al quien se esperaba que sustituyera-, Maehara ya lideró el PD tras la elecciones generales de 2005, pero sólo duró medio año en el cargo.
En abril de 2006 dimitió debido a un escándalo relacionado con el caso Livedoor, firma de internet implicada en un fraude bursátil.
Maehara tiene ahora la tarea de fortalecer la unidad del partido ante las luchas internas de cara las elecciones de la Cámara de Baja del Parlamento nipón, que se celebrarán a finales de 2018.