En este sentido, ha señalado que le extraña que éstas no sean públicas y que le parece “peculiar” que sea directamente el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el que les acuse desde “su tribuna” y no un fiscal o un juez. “En estos últimos dos años creo que ha denunciado doce veces un intento de golpe de Estado, no se sostiene”, ha dicho.
En una entrevista en Cadena Ser recogida por Europa Press, González ha remarcado que defenderá a los opositores venezolanos a petición de la familia y que la figura jurídica prevista con la que se ha comprometido es la asistencia técnico jurídica a los equipos de la defensa de ambos presos.
“Además de tener un pequeño, pero potente, equipo jurídico aquí para estudiar seriamente cuáles son las vulneraciones a la legislación internacional y la interna, el ordenamiento jurídico venezolano, estoy en contacto con otros líderes que han tenido la misma lucha que yo para conseguir sociedades democráticas”, ha explicado, puntualizando que ya ha hablado con líderes latinoamericanos como el expresidente de Chile Ricardo Lagos, el expresidente de Uruguay Julio María Sanguinetti o el expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso.
Su objetivo, ha dicho, no es formar un frente político sino participar en la defensa y conseguir que ambos “estén en libertad”. Además, el expresidente ha recordado que no es la primera vez que hace “un esfuerzo político” para que presos políticos salgan de la cárcel y ha recordado que en 1977, en la dictadura de Augusto Pinochet, ya lo hizo para que dos altos cargos del Chile de Allende saliesen de prisión.
Por otro lado, González ha hablado de la situación en Venezuela, asegurando que “la gente vive con miedo” porque hay “un problema de inseguridad que los ciudadanos sienten” y ha recordado que en 2014 hubo 25.000 asesinatos violentos así como secuestros, prácticamente diarios, en plena calle. “La cantidad de muertos se corresponde más con una situación de guerra que con una situación de normalidad”, ha remarcado.
“Venezuela está al borde del default y sufre una crisis de desabastecimiento más grave que lo que vivió Cuba hace veinte años”, ha apostillado, subrayando que “no hay alimentos básicos y no hay medicamentos”.