Según han explicado los comuns en un comunicado, las principales emisoras de CO2 de Cataluña son las compañías cementeras, que generan 3.556.203 toneladas de ese gas, una cifra superior a la que emite el parque de vehículos del país.
“Y hay que tener en cuenta que sólo estamos sumando a las cinco industrias principales. No hemos incluido a las de pequeño o mediano tamaño. Si lo hiciésemos, la desproporción sería todavía mayor”, ha advertido López.
Con este nuevo gravamen, los comuns estiman que la Generalitat recaudaría 81,3 millones de euros, por encima de los 77 millones que el Govern prevé obtener de la tasa a las emisiones de vehículos que prevé la Ley del Cambio Climático catalana.
CatECP pide graduar el impuesto en función de la proximidad a núcleos habitados, la eficiencia de los medios de control de las empresas y la reducción progresiva de las emisiones; estudiar extender este gravamen a otros gases contaminantes que emitan estas instalaciones, y preparar mecanismos para evitar que las compañías repercutan el impuesto en los clientes.