En su respuesta a Bosch, que pedía explicaciones por la negativa española a aceptar a Gibraltar como miembro de la UEFA, el Gobierno explica que la pretensión de hace más de una década de la federación gibraltareña de fútbol de formar parte de la UEFA se inscribe en el marco más amplio de la política gibraltareña de intentar tener una presencia internacional “cada vez mayor” en diversos foros, separada 'de facto' del Reino Unido.
“Esto es algo que España no puede aceptar”, sentencia el Ejecutivo en su texto, al que tuvo acceso Europa Press, y por eso, añade, España se seguirá oponiendo “con todos los medios jurídicos posibles” a esa incorporación de la Gibraltar Football Association.
Pero el Gobierno no desaprovecha su contestación para remarcar al independentista catalán, cuyo partido viene demandando sin éxito el reconocimiento internacional de las selecciones catalanas en los organismos deportivos, que la UEFA “no debería ser utilizado con fines políticos”.