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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Nueve horas en defensa de Trapero

EFE

Madrid —

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Nueve horas ha destinado la defensa del mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero a desgranar todos y cada uno de los argumentos para conseguir su absolución en un informe final en el que ha hecho a todos revivir los pasos que dio, y también los que no dio, el comisario en aquel otoño de 2017 en Cataluña.

Lo ha hecho a lo largo de dos jornadas de juicio apenas interrumpidas por la media hora de receso que cada día ha decretado la presidenta del tribunal, Concepción Espejel, que ha habilitado la tarde de este miércoles con la intención, si el reloj lo permite, de dejar el juicio visto para sentencia.

Con tono sereno pero firme, la reputada abogada Olga Tubau ha ido desmenuzando cada uno de los argumentos acusatorios de la Fiscalía: desde la inacción de los Mossos ante el referéndum ilegal hasta la falta de protección a la comitiva judicial que registraba la Conselleria de Economía el 20 de septiembre, pasando por el supuesto espionaje a los otros cuerpos policiales.

Porque Tubau es consciente de la grave acusación de sedición que tienen a sus espaldas tanto el mayor Trapero como la intendente de Mossos Teresa Laplana, a quien también defiende, pese a la alternativa de condenarles por desobediencia, un delito que no implica cárcel, planteada “in extremis” por el fiscal.

Venía preparada. Tenía como guía un puñado de carpetas amarillas perfectamente dispuestas frente a ella donde ha separado por bloques toda la información necesaria para apoyar la única opción que contempla para sus defendidos: la absolución.

Mientras, Trapero y Laplana escuchaban desde los sitios dispuestos para los acusados, cada uno en una esquina y mascarilla mediante, como los otros dos encausados: el exdirector de los Mossos Pere Soler y el ex secretario general de la Conselleria de Interior Cèsar Puig.

No se ha dejado nada la abogada: las llamadas durante el 20-S, las comunicaciones policiales en la jornada del referéndum ilegal del 1 de octubre, decenas de correos e incluso recortes de prensa en relación al supuesto intento de los Mossos de destruir documentos en una incineradora.

Así, poco a poco, hacía revivir de nuevo la mala relación entre el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos -coordinador del dispositivo del 1-O- y Trapero, así como las versiones opuestas entre el primero y Ferran López, segundo del mayor, en torno al plan policial aquel día.

Discrepancias que ya se vieron en sus declaraciones en la Audiencia Nacional, pero también en el juicio que el Tribunal Supremo celebró el año pasado a los líderes independentistas del “procés”.

Y hablando de “deja vu”, como ocurriese también en aquel juicio del alto tribunal, hoy ha vuelto a aparecer quien fuese ministro de Justicia en el siglo XIX Alonso Martínez en un momento en el que Tubau no ha podido contener la emoción.

“Un ciudadano de un pueblo libre no debe expiar las faltas que no son suyas ni ser víctima de la impotencia ni del egoísmo del Estado”, ha dicho la abogada evocando las palabras del exministro mientras intentaba evitar las lágrimas.

“Esto es algo que los tribunales pueden evitar y yo les pido que lo eviten con la sentencia absolutoria”.

Miriam Mejías y Nieves Albarracín