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El nuevo intendente de Asunción jura recordando a los evacuados por las inundaciones

EFE

Asunción —

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El periodista Mario Ferreiro tomó hoy posesión como nuevo alcalde de Asunción, tras 15 años de hegemonía del Partido Colorado, en un acto en el que recordó a los que viven con el agua “hasta el cuello”, en referencia a los 65.000 evacuados por las inundaciones del río Paraguay.

Ferreiro, de 56 años, y muy popular en Paraguay por sus programas de televisión, ganó las elecciones del pasado 15 de noviembre al frente de una alianza de partidos con la que desalojó a Arnaldo Samaniego, del gobernante Partido Colorado, que buscaba la reelección.

El comunicador tuvo que jurar su cargo utilizando un megáfono sostenido por otra persona, debido a problemas en el sistema de sonido en el interior del ayuntamiento.

Ese no fue el único imprevisto, ya que las fuertes lluvias que cayeron desde la mañana obligaron a que Ferreiro desistiera de su plan de llegar en bicicleta a la intendencia, gesto con el que pretendía refrendar sus planes de potenciar el uso de ese medio de transporte en la capital y crear vías para ciclistas.

Ante centenares de seguidores y con presencia de autoridades y miembros del cuerpo diplomático, Ferreiro dedicó la primera parte de su discurso tras su juramento a “nuestros compatriotas que están con las aguas hasta el cuello”.

Según dijo, lo primero que hará es reunirse con los responsables de la Secretaria Nacional de Emergencia (SEN) para abordar la situación de los miles de damnificados por las inundaciones.

Según la última cifra por la SEN, en Asunción hay 65.000 personas desplazadas por las crecidas del río Paraguay, que el viernes llegó a los 7,20 metros de altura.

De ellos, unos 10.000 lo son por la subida de 2014, cuando el río superó también los 7 metros y las inundaciones afectaron a unas 85.000 personas en Asunción y a unas 200.000 en todo el país.

El juramento de Ferreiro se produjo un día después de que el presidente paraguayo, Horacio Cartes, declarara el estado de emergencia en siete departamentos, entre ellos Central, donde se encuentra Asunción, a causa de los daños provocados por la subida del río.

“La herencia que recibimos es una ciudad con graves problemas”, dijo Ferreiro, quien añadió que Asunción está bajo una “emergencia social, ambiental, administrativa y de infraestructura”.

Como solución a las inundaciones, Ferreiro planteó construir una defensa costera en las zonas proclives al desborde del Paraguay como los Bañados, dos barrio humildes ubicados a lo largo de la franja fluvial.

Para dar cobijo a los desplazados, el Gobierno ha habilitado cerca de un centenar de refugios, aunque muchas familias se han instalado por su cuenta en precarias casetas de madera fina y chapa que han levantado en varios puntos de la ciudad, incluido en su casco histórico.

Además, Ferreiro puso en el punto de mira de su agenda el caótico tráfico de Asunción, donde cada día laborable ingresan un millón y medio de vehículos, el 80% de los cuales proviene del área metropolitana, según datos oficiales.

También mencionó como uno de sus objetivos prioritarios atajar las deficiencias del sistema de desagüe pluvial de Asunción, cuyas principales arterias son anegadas por las riadas en días de precipitaciones intensas, como el que le tocó a Ferreiro para su jura en el cargo.

El alcalde instó al trabajo conjunto sin importar su signo político para erradicar la corrupción y la burocracia y conseguir que Asunción se parezca a las capitales de los países vecinos.

¿“Por qué no puede ser Asunción como Montevideo o Buenos Aires”?, se preguntó el nuevo intendente ante los aplausos de sus seguidores.

Ferreiro disputó las pasadas elecciones municipales al frente de Juntos Podemos, una alianza entre el Partido Liberal, el principal de la oposición paraguaya, y el Partido Revolucionario Febrerista.

Durante la campaña se presentó como la llave del cambio de la ciudad, un mensaje que le proporcionó el 51 % de los votos frente al 40,5 % del anterior intendente, que contaba con toda la maquinaria del Partido Colorado.