El socioliberal Emmanuel Macron, uno de los favoritos a ganar las presidenciales francesas del 23 de abril y el 7 de mayo, fue diana de las críticas de dos de sus rivales a la izquierda, el neocomunista Jean-Luc Mélenchon y el socialista Benoît Hamon.
En una entrevista que publica hoy el “Jornal de Dimanche” (DDD), Mélenchon, que ha escalado en las últimas semanas 5,5 puntos hasta el cuarto puesto en intención de voto, con el 16 %, consideró que el discurso de Macron muestra “una debilidad interna”.
“Macron y yo encarnamos dos formas de alternancia, el reino del mercado y el de la solidaridad (que es el mío)”, anotó Mélenchon, disidente del gobernante Partido Socialista (PS) que representa en estos comicios Hamon.
“Emmanuel Macron no es de izquierdas (...) Su programa no tiene sentido”, opinó Hamon, en otra entrevista que publica hoy en “Le Parisien”.
Tanto el candidato neocomunista como el socialista, cuya alianza para las elecciones falló, buscan ganar votos entre la izquierda moderada que se ha decantado en parte por Macron, exministro de Economía en el Gobierno socialista de François Hollande.
Según los últimos sondeos, se clasificarán para la segunda vuelta del 7 de mayo la ultraderechista Marine Le Pen y el propio Macron, ambos con un apoyo esperado el 23 de abril en torno al 25 %.
Con un 16 % de las intenciones en el último sondeo, frente al 8 % de Hamon, Mélenchon, de 65 años, opinó que su imagen ha mejorado debido a la experiencia que acumula, pues es la segunda elección a la que se presenta, después de la de 2012.
“Pienso mas que nunca las cosas y soy menos impetuoso”, consideró el aspirante de la izquierda radical, que, si es elegido, pretende refundar la República francesa dando más poder al Parlamento y menos al Presidente, y anular los Tratados europeos que imponen los límites de déficit, entre otras medidas.
Mélenchon avisó que “la llave” de las elecciones son los indecisos, que tasó entre “10 a 15 millones”.