Así lo ha asegurado el jefe de la Diplomacia Española durante su comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso en respuesta a la pregunta que, sobre este asunto, le ha planteado la portavoz socialista y exministra del ramo, Trinidad Jiménez.
El ministro ha explicado que lo que baraja su departamento es cerrar la sede gibraltareña del Cervantes y abrir una en Singapur a cambio de que este país abra embajada en España. Margallo ha justificado este plan alegando que la labor del Cervantes es la enseñanza del español en el extranjero y que, dado que España considera Gibraltar “territorio nacional” carece de sentido mantenerla abierta.
“Tener un Cervantes allí es una contradicción en términos”, ha dicho, antes de hacer hincapié en que, en la colonia británica, “salvo los simios todos hablan español”.