Scott Pruitt, el jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), nombrado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha gastado casi 3,5 millones de dólares en concepto de seguridad desde comienzos de 2017, según datos difundidos hoy por la propia institución.
Pruitt, que afronta múltiples investigaciones por posibles conflictos de intereses y el supuesto dispendio de dinero público, ha gastado casi 3,5 millones de dólares en materia de seguridad.
De acuerdo a medios estadounidenses, esos gastos incluyeron 760.000 dólares correspondientes a viajes efectuados por el equipo de seguridad que acompañaba a Pruitt; y más de 2,7 millones para el pago de las nóminas de estos empleados y sus horas extras.
Los gastos abarcan desde comienzos de 2017, cuando Trump tomó posesión, hasta el pasado 11 de mayo.
Estos datos son una estimación, ya que el documento de la EPA incluye periodos en los que se solapa la actuación del Gobierno actual con la última etapa del Ejecutivo de Barack Obama.
Medios locales han calculado que el montante en seguridad de la anterior jefa de la agencia, Gina McCarthy, durante su último año apenas alcanzó 1,6 millones de dólares.
El coste del dinero público gastado en materia de seguridad para Pruitt ha provocado múltiples polémicas desde que accediera al cargo y ha sido justificado por la gerencia de la EPA por las amenazas contra el propio responsable de la agencia.
Entre las controvertidas acciones protagonizadas por el jefe de Medioambiente de Trump se encuentran viajes en primera clase y en aviones militares, la supuesta intervención de un “lobby” para acordar una encuentro con el Gobierno de Marruecos y el alquiler de un apartamento por debajo del precio de mercado vinculado con un grupo de presión.
La presión sobre Pruitt se ha incrementado en las últimas fechas con constantes informaciones publicadas sobre sus prácticas y con su testificación ante tres comités del Congreso que se han convertido en una vía de escrutinio de su acción al frente de la agencia.