El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, será procesado, según interpretan medios locales, después de que un exayudante suyo llegara hoy a un acuerdo con la acusación para ser testigo en dos investigaciones criminales de las que el gobernante es el principal sospechoso.
El acuerdo alcanzado hoy entre Ari Harow, exayudante de Netanyahu, y la acusación significa, de acuerdo con el diario israelí “Haaretz”, que aquél dará información sobre dos casos claves por los que el dirigente está siendo investigado.
En concreto, se espera que informe acerca de la presunción de que el primer ministro recibió regalos de benefactores adinerados y también sobre las negociaciones secretas que presuntamente mantuvo Netanyahu con el editor del diario más popular de Israel, el “Yediot”, a cambio de coberturas informativas favorables.
Por este acuerdo con la acusación, Harow será procesado por fraude y abuso de confianza en otro caso, pero no irá a la cárcel, sino que hará servicios comunitarios y pagará una multa de 700.000 shekels (164.370 euros).
El jueves pasado, la Policía explicitó por primera vez que el primer ministro está siendo investigado por “soborno, fraude y abuso de confianza”, aunque se decretara secreto de sumario.