La canciller alemana, Angela Merkel, realiza a partir de mañana una gira de dos días por los Balcanes, donde estará primero en Albania, luego en Serbia y al final en Bosnia-Herzegovina, siempre con el objetivo de impulsar el acercamiento de esos países a la Unión Europea (UE).
El ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic, declaró hoy que Serbia desea “ser socio estratégico de Alemania para evitar que haya asuntos no esclarecidos” de cara al inicio de sus negociaciones de ingreso en la UE.
Uno de los principales temas que serán abordados en Belgrado es el difícil proceso del diálogo entre Serbia y Kosovo para normalizar sus relaciones.
La pasada semana, ambas partes fracasaron en un intento de pactar unos nuevos acuerdos aunque lograron acercar las posturas.
Los avances en ese proceso, auspiciado por Bruselas, son para Serbia importante condición, subrayada por Alemania en varias ocasiones, para que la UE abra los primeros capítulos en las negociaciones de ingreso comunitario.
Serbia no reconoce la independencia que su antigua provincia de Kosovo, poblada por una gran mayoría albanesa, proclamó en 2008.
De acuerdo con la agenda oficial de la gira, Merkel se reunirá mañana primero con las autoridades de Albania, donde visitará además un parque empresarial y ofrecerá un discurso en una conferencia económica germano-albanesa.
Por la noche, Merkel viajará a Belgrado, donde se reunirá al día siguiente con el presidente serbio, Tomislav Nikolic, y con el primer ministro, Aleksandar Vuvic, entre otros.
El mismo jueves, la canciller se trasladará a la vecina Bosnia, donde tras encuentros políticos a máximo nivel se reunirá también con algunas madres de víctimas de la masacre de Srebrenica, cuyo 20 aniversario se celebra el próximo sábado.