El Gobierno no quiere sorpresas en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado de 2020 y por eso ha decidido que no los presentará hasta tener previamente atados los apoyos de sus aliados parlamentarios. El Ejecutivo mantendrá contactos con los distintos grupos políticos para garantizarse de que no presentarán enmiendas a la totalidad con lo que la tramitación podrá seguir adelante aunque el Congreso apruebe modificaciones en las enmiendas parciales. Así se asegura que no ocurra como con las cuentas de 2019 cuando ERC optó por presentar una enmienda a la totalidad que supuso el fracaso de los presupuestos y el adelanto electoral. Escribe Irene Castro.
De esa ronda con los grupos depende la fecha final de presentación de los presupuestos, aunque la pretensión sigue siendo que se aprueben antes de que finalice el verano. “Si el Gobierno contara con una mayoría suficiente podríamos comprometer de forma más atinada [la fecha], pero tenemos que trabajar en el entorno plural que los ciudadanos han votado y que obliga a ponerse de acuerdo con los formaciones políticas para que se dé vía libre a la tramitación”, ha explicado María Jesús Montero.