Al menos 13 iraquíes que huían de una población controlada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) murieron hoy y otros 20 resultaron heridos en un ataque terrorista y por la explosión de una bomba, según una fuente de la Policía.
La fuente indicó a Efe que un suicida hizo estallar su cinturón de explosivos junto a un grupo de personas que huía de la localidad de Al Sharqat, tomada por el EI y situada a 280 kilómetros al norte de Bagdad.
Once civiles murieron y diez resultaron heridos como consecuencia de la explosión, que sorprendió a los desplazados cuando se dirigían a la zona de Talul al Bach, al sureste de Al Sharqat y donde se encuentran las fuerzas gubernamentales.
Asimismo, dos niños de una misma familia perdieron la vida y otras diez personas resultaron heridas al explotar un artefacto a su paso, cuando también huían de esta población, sitiada desde hace varios días por el Ejército.
Miles de familias han huido en los últimos días de Al Sharqat, que se encuentra a 120 kilómetros al norte de Tikrit, capital provincial de Saladino.
La situación en Al Sharqat es complicada porque está asediada por todos las flancos y no hay suministro de electricidad ni de agua potable, y escasean los alimentos.
A las duras condiciones se suman las prácticas violentas de los combatientes del EI y los bombardeos de la coalición internacional antiyihadista encabezada por Estados Unidos, así como las altas temperaturas estivales.
El EI conquistó amplios territorios del norte de Irak en junio de 2014 y proclamó un califato en las zonas que controla en ese país y en la vecina Siria, pero en los pasados dos años ha perdido parte de estos dominios.