Al menos 6 miembros de las fuerzas de seguridad afganas y 15 talibanes murieron hoy en un ataque de la formación insurgente a un puesto de control militar en la provincia de Kunduz, en el norte del país, informó a Efe una fuente oficial.
“Las valientes fuerzas de seguridad afganas repelieron el ataque de los talibanes matando a 15 de ellos y dejando docenas más heridos”, indicó el jefe de la Policía provincial, Abdullah Hamid Hamidi.
Entre los fallecidos en el bando gubernamental se encuentran tanto policías como militares, según la fuente, que precisó que además otros 5 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.
A comienzos de octubre de 2016, los talibanes entraron y permanecieron durante varios días en diferentes partes de la ciudad de Kunduz, capital de la provincia homónima, que en 2015 ya había caído temporalmente en manos insurgentes, otorgándoles su mayor logro militar desde la caída de su régimen en 2001.
En el último año, la situación de seguridad en Kunduz se ha mantenido relativamente estable.
Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.