Al menos dos soldados de la alianza de milicias formada por el gobierno de unidad libio murieron y 18 más resultaron heridos en combates librados en las últimas horas en el centro de la ciudad de Sirte, donde aún resisten bolsas de yihadistas del Estado Islámico.
Un portavoz del hospital de campaña levantado en la parte noreste de la ciudad, arrebatada a los yihadistas el sábado, explicó a Efe que los combates se recrudecieron al caer la noche entorno a la rotonda de Al Zafran, cruce de caminos estratégico entre el puerto y el centro urbano.
Fuerzas de Alianza lograron el pasado 11 de junio romper la resistencia y penetrar en Sirte, convertida en el bastión en el Mediterráneo de la Rama Libia del grupo terrorista Estado Islámico desde junio 2015.
Sin embargo, la presencia de francotiradores y la gran cantidad de minas plantadas en su retirada obstaculizan desde entonces el avance y la conquista de la ciudad en la que nació y murió años después apaleado por una turbamulta el dictador libio, Muamar el Gadafi.
La Alianza asegura que la mayoría de los que resisten son antiguos soldados del régimen gadafista y combatientes islámicos extranjeros procedentes en su mayoría del Sahel pero también de Arabia Saudí y otros países de la península Arábiga y el cuerno de África.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde en Bengasi y contribuyera militarmente a la caída del régimen dictatorial de Muamar el Gadafi.
En la actualidad tiene tres autoridades: una en Trípoli, que la ONU considera rebelde; otra en Tobruk, que reconocen numerosos países, y una tercera, llamada gobierno de unidad nacional, que ninguno de los otros dos reconoce y al que apoyan la ONU y la Unión Europea (UE).
Del conflicto han sacado provecho los grupos yihadistas, y en especial la rama libia del Estado Islámico (EI), que en apenas un año ha avanzado desde su bastión en Derna (oeste de Libia) hacia las ciudades de Bengasi (la segunda en importancia del país) y la propia Sirte.