El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, el letón Nils Muiznieks, dijo hoy que los derechos humanos en Europa están en riesgo de “desmoronarse” por los “numerosos desafíos” afrontados en 2016 como el “brexit”, la inmigración o las amenazas de la libertad de prensa en Turquía.
En la presentación de su informe anual ante la Asamblea del Consejo de Europa, el comisario criticó que en Turquía “se han pisoteado los derechos de la población” y ha habido una “ola de represión masiva” tras declararse el estado de emergencia.
“Muchos países se están acostumbrando a mantener el estado de emergencia”, dijo en referencia a Turquía, Francia y Ucrania, y pidió que se declare “sólo en casos excepcionales”, al igual que las derogaciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Consideró que “no nos libraremos a corto plazo de los terroristas, porque se trata de un maratón y no de un sprint”, y pidió reforzar con urgencia el control democrático de los servicios de seguridad, “débil e incluso inexistente” en numerosos países.
Tras asegurar que el “Brexit” fue impulsado por “la oposición a la inmigración”, señaló que, si no nos ocupamos del fenómeno migratorio y los refugiados, “habrá una carga insostenible para los países con fronteras exteriores”, como Italia.
En referencia al referéndum para la desconexión británica de la UE, añadió que “ha estado acompañado de un debate tóxico sobre las migraciones, seguido de un recrudecimiento de los actos de violencia inspirados por el odio”.
Muiznieks citó algunas cartas relativas a la inmigración que envió a lo largo del año pasado, como la remitida al ministro del Interior español el pasado 1 de julio sobre los derechos humanos de los inmigrantes y demandantes de asilo en Ceuta y Melilla.
El informe subraya la necesidad de que los embajadores ante la organización y los parlamentarios convenzan en sus países de “la gravedad de la situación actual”, porque parece que las autoridades creen que “nada ha cambiado” en el sistema europeo de derechos humanos.
Ese sistema, que nació tras la Segunda Guerra Mundial, “ya debilitado en 2016, podría desmoronarse”, alertó.
Muiznieks tiene por delante el último de sus seis años de mandato, en lo que visitará Suiza, Bosnia-Herzagovina, Luxemburgo, Moldavia, Suecia y Liechtenstein.