La Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado al narcotraficante Antonio Carballa a cinco años de prisión y tres millones de euros de multa por blanqueo de dinero procedente de la droga.
La sentencia establece la misma pena de prisión y multa a su mujer, pero no así a la hija de ambos, a quien la Audiencia condena a seis meses de cárcel y 30.000 euros de multa porque considera que facilitó el blanqueo por imprudencia grave.
La resolución detalla un serie de operaciones para enmascarar el origen ilícito de los bienes, la mayoría relacionadas con la compra de propiedades inmobiliarias, a partir del año 2004.
Los otros tres imputados en la causa -su yerno y otras dos personas-, a quienes la Fiscalía achacaba el papel de testaferros, han sido absueltos porque los magistrados entienden que las pruebas contra ellos no eran concluyentes.
Carballa, que ya había sido condenado otras tres veces desde los años ochenta, perderá una serie de propiedades que la sentencia manda decomisar definitivamente, entre ellas siete viviendas, dos fincas, un amarre en un puerto deportivo, un coche, una moto y más de 100.000 euros.