Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Obama se prepara para trabajar con un Congreso republicano

EFE

Washington —

0

Tras el varapalo demócrata en las elecciones del martes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afronta al final de su mandato la oposición de un Congreso dominado por los republicanos, que ya han adelantado su agenda legislativa.

Todavía con la derrota reciente pero con gestos de buena voluntad por parte de republicanos y demócratas, Obama tendrá que definir los próximos pasos a seguir en su política para cumplir sus compromisos y evitar que el país se quede estancado por las diferencias con la mayoría republicana del legislativo.

“Las diferencias no van a desaparecer”, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, “pero eso no significa que no se vayan a alcanzar acuerdos en asuntos de interés común de todos los estadounidense”.

Obama recibirá el viernes en la Casa Blanca al futuro líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, y al actual presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, junto a varios líderes demócratas, para conversar sobre la agenda en el actual período legislativo y en el que empezará a partir de enero.

El presidente demócrata instó el miércoles al nuevo liderazgo del Congreso a lanzar su agenda política, después de duros años de obstrucción republicana a sus propuestas en la Cámara de Representantes y unos índices de polarización que han batido récords, y aseguró que está “deseando” escuchar sus ideas.

Earnest subrayó la frustración del Obama y de algunos congresistas por la falta de acción en este periodo en temas que habían encabezado sus prioridades en el segundo mandato, como la reforma migratoria, pero aseguró que quiere “empezar cuanto antes” a buscar oportunidades para cooperar y encontrar puntos comunes para “ayudar al país a avanzar”.

En una carta publicada en el Wall Street Journal, los líderes republicanos del nuevo Congreso adelantaron su agenda legislativa, en la que sitúan entre sus prioridades revocar la reforma sanitaria impulsada por Obama, modificar la política impositiva, enfrentar la amenaza yihadista, promover las escuelas particulares subvencionadas y reducir la deuda pública.

Los republicanos, que ampliaron su mayoría en la Cámara de Representantes y consiguieron sin dificultad arrebatar a los demócratas los seis escaños que necesitaban para controlar el Senado, aspiran ahora a aprobar leyes que en su día obstruyó la cámara alta cuando estaba bajo control demócratas pero que, sostienen, contaban con apoyo bipartidista.

“Los próximos dos años serán difíciles para Obama”, auguró el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Iowa Steffen Schmidt, quien consideró que tanto para el mandatario como para los republicanos es “importante y necesario” cooperar en algunas políticas.

“La razón es que los votantes en 2014 expresaron su disgusto con la parálisis que ha existido durante los últimos cuatro años”, afirmó el analista que, no obstante, aseguró que Obama no permitirá retrocesos en la legislación impulsada por los demócratas.

El analista señaló que la reforma sanitaria, aprobada cuando los demócratas controlaban ambas cámaras, en 2010, y que está en el punto de mira de los republicanos, es el legado legislativo “más importante” de la presidencia de Obama y éste “luchará fuertemente” para protegerla.

Uno de los temas más difíciles que tendrán que afrontar ambos partidos en este nuevo periodo será la reforma migratoria, un tema clave en la presidencia de Obama y a la que los republicanos ni siquiera hacen referencia en la carta sobre sus prioridades.

El mandatario, que no ha podido sacar adelante su prometida reforma migratoria debido al bloqueo republicano en la Cámara de Representantes, mantuvo el miércoles, tras la derrota electoral, su compromiso de tomar medias ejecutivas al respecto antes de que concluya el año.

Boehner le respondió hoy que en caso de hacerlo, ello “envenenará el ambiente y no habrá ninguna posibilidad de que la reforma migratoria avance en este Congreso. Es tan simple como eso”.

“No me sorprende que haya asuntos que el presidente considera prioritarios que los republicanos no comparten”, dijo Earnest, que insistió en que no se trata de fijarse en las diferencias.

“Lo que tenemos es que comparar esas dos listas, sacar la agenda del presidente, poner al lado la de los republicanos y buscar las áreas comunes”, agregó.