Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos en Alemania, entre ellas Amnistía Internacional (AI) y PRO ASYL, exigieron hoy poner fin a las deportaciones de ciudadanos afganos a su país de origen y criticaron las “graves deficiencias” en los procedimientos de asilo.
Ante una nueva deportación en grupo de ciudadanos afganos prevista para mañana, estas ONG expresaron en un comunicado su temor a que, tras un procedimiento de asilo “lleno de errores”, los peticionarios rechazados sean expulsados a Afganistán y sus vidas corran peligro.
Según sus datos, este año alrededor de la mitad de las demandas de asilo cursadas en Alemania por ciudadanos afganos ha sido rechazada, frente a un 60 % de expedientes positivos en 2016 e incluso un 70 % el año antes.
Al analizar expedientes rechazados, las ONG han detectado que los organismos competentes no tienen en cuenta las informaciones más recientes sobre la situación de inseguridad en Afganistán, como las que ofrece el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
A su juicio, es algo “legalmente vinculante e indispensable en vista de la creciente inseguridad en Afganistán”.
Rechazan, al igual que el ACNUR, la diferenciación entre zonas “seguras” y “no seguras” dentro de Afganistán en la que se apoyan las resoluciones negativas, donde se argumenta que para los peticionarios rechazados existe una “alternativa de huida” dentro del propio país.
Como ejemplo, las ONG ven “cínico” que el Gobierno alemán califique de “suficientemente segura” la situación en Kabul, donde regularmente se registran atentados mortales contra civiles.
El escándalo del soldado del ejército alemán detenido a finales de abril, que se había hecho pasar por refugiado sirio y llegó a cobrar prestaciones, ha puesto en evidencia, según esas organizaciones, los problemas en los servicios de extranjería.