El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy las repetidas violaciones del alto el fuego cometidas por grupos armados en el norte de Mali y amenazó con sanciones contra los responsables.
En una declaración pactada por los quince miembros, el Consejo de Seguridad demandó el cese “inmediato” de las hostilidades y la vuelta al diálogo bajo los acuerdos ya firmados.
El llamamiento va dirigido específicamente a la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA, separatista tuareg) y a la Plataforma, también tuareg pero de signo unionista, a los que se señala como responsables de la violencia en Kidal y sus alrededores durante los últimos meses.
La Coordinadora y la Plataforma firmaron con el gobierno de Bamako un Acuerdo de paz en junio de 2015, pero los enfrentamientos armados entre los dos grupos tuaregs siguen siendo constantes, generalmente motivados por el control territorial en la región del norte de Mali.
Según el Consejo de Seguridad, los dos grupos y el Ejecutivo deben mantener su compromiso con esos acuerdos y cumplir con lo pactado en su totalidad.
En la declaración, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas reitera su “disposición a considerar sanciones dirigidas contra quienes toman acciones para obstruir la implementación del Acuerdo, así como contra quienes vuelven a las hostilidades y viola el alto el fuego”.
Además, el Consejo de Seguridad condenó los repetidos ataques terroristas contra las fuerzas malienses y las tropas internacionales desplegadas en el país y expresó su preocupación por la expansión del terrorismo y el crimen en la zona.
La ONU tiene desplegada una misión (Minusma) en el norte de Mali desde el verano de 2013 con más de 15.000 efectivos (militares y policías), y acumula 106 bajas, causadas sobre todo por ataques yihadistas, siendo una de las misiones de la organización más peligrosas.