La delegación sursudanesa del Comité de Diálogo Nacional, que se encuentra actualmente en Sudáfrica, no pudo reunirse con el líder de la oposición, Riek Machar, quien rechazó el encuentro por segunda vez.
Machar, pese a que no quiso encontrarse con el equipo sursudanés, “renovó su posición para detener la violencia como prioridad”, antes de participar en el diálogo impulsado por su rival, el presidente sursudanés, Salva Kiir, el pasado mes de mayo, explicó el comité en un comunicado.
El comité aclaró también que a pesar de esta actitud adoptada por Machar, “la puerta del diálogo nacional todavía está abierta ante todos los lideres opositores para dar sus opiniones y que contribuyan al diálogo nacional, al proceso de paz y la reconciliación y unidad en Sudán de Sur”.
El pasado 3 de julio, un equipo sursudanés del Comité de Diálogo Nacional, que se encontraba en la capital sudafricana, Johanesburgo, no pudo reunirse con Riek Machar.
El pasado 22 de mayo, Kiir anunció un alto el fuego unilateral en el conflicto que le enfrenta desde 2013 a las fuerzas leales a Machar, durante un discurso ante el Comité de Diálogo Nacional, que fue instaurado ese mismo día en Yuba.
El presidente de Sudán del Sur hizo un llamamiento a “cualquier persona” de la oposición a que se sume al diálogo nacional, con la única excepción de Machar, por considerar que su presencia “causará problemas”.
A pesar de que las fuerzas leales a Kiir, de etnia dinka, y los rebeldes liderados por Machar, de la tribu nuer, firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, la violencia volvió a estallar en julio de 2016, dejando miles de muertos, millones de desplazados y provocando una hambruna en varias regiones del país.