El partido nacionalista iraquí Baaz, ilegalizado en Irak, instó hoy a los insurgentes iraquíes a “abortar” la polarización sectaria y étnica y proteger a los militares disidentes, informó la formación en un comunicado.
El partido, que gobernó en Irak en la era del dictador Sadam Husein, pidió “la unificación de las filas del pueblo y la apertura hacia el entorno árabe, regional e internacional, y no dañar sus intereses”.
“Al Baaz llama a los revolucionarios a proteger la vida de los ciudadanos árabes, kurdos, turcomanos, suníes, chiíes, cristianos, mandeos, y a los policías y los soldados que se adhieran a la revolución”, señala la nota.
Asimismo, insta a continuar “el método de la revolución” y señala que varios oficiales y soldados “nobles” desertaron y se unieron a las filas de diferentes facciones rebeldes.
La formación, liderada por el “número dos” de Sadam, Ibrahim Izat al Duri, criticó la petición del Gobierno de Bagdad a Washington para que “sus señores americanos bombardeen el pueblo iraquí”, así como “las conspiraciones desgraciadas” entre Estados Unidos e Irán para enterrar “la revolución”.
Ayer, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshiyar Zebari, anunció que Bagdad pidió a Washington que efectúe ataques aéreos contra los insurgentes suníes, que en los últimos días han tomado distintas zonas del norte de Irak.
El comunicado de Baaz añade que los lugares chiíes sagrados en Irak serán protegidos por los rebeldes y que “la revolución” se extendió en las provincias de Al Anbar, Nínive, Saladino y grandes partes de las provincias de Diyala y Kirkuk y de las periferias de Bagdad.
La semana pasada los insurgentes suníes tomaron el control de Mosul, capital de Nínive y segunda ciudad de Irak, y amenazaron con conquistar Bagdad y las ciudades santas chiíes de Kerbala y Nayaf.
Los insurgentes están organizados en varios grupos yihadistas, como el Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL), combatientes tribales suníes y grupos armados que dependen del disuelto partido Baaz.