Según ha dicho en una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, al ser preguntado por su opinión sobre este 'gobierno de cambio' que Sánchez presentará este domingo en Barcelona, con “algunos de los nombres” Podemos se podría “entender muy bien”. En este sentido se ha referido a Gabilondo, a quien, según ha indicado, le tiene “muchísimo respeto”.
Sin embargo, ha subrayado que “con otros” como Jordi Sevilla no se entenderían tanto porque “ponen algunos palos en las ruedas para que haya un acuerdo de cambio y de progreso en este país”. Para Espinar, los postulados económicos de Sevilla “difícilmente pueden representar una política económica progresista, de cambio y a la altura de lo que necesita” España. “Me parece que se parecen menos a los del programa electoral del PSOE que a los del PSOE cuando gobernó con Zapatero en contra de su programa electoral”, ha enfatizado.
Además, ha destacado que es poco partidario de lo que se denomina 'gobierno en la sombra' porque están “condenados a un futuro sombrío” y “no tienen demasiado sentido” porque la “ciudadanía te pone en el Gobierno o en la oposición”. Así pues, el Ejecutivo tiene que “gobernar con luz, taquígrafos, transparencia, participación ciudadana y escuchando a la ciudadanía” y la oposición tiene que “controlar al Gobierno y tratar de aportar lo máximo posible”, ha explicado.
CONTINÚA CON LA “MANO TENDIDA” AL PSOE PARA IR JUNTOS AL SENADO
Por otro lado, ha hecho hincapié en que Podemos sigue con la “mano tendida” al PSOE para ir juntos en las listas al Senado con el objetivo de “arrebatarle” al PP la mayoría absoluta en la Cámara Alta para que no pueda “echarle el cándado a algunas leyes y, sobre todo, a la posibilidad de un reforma constitucional”.
De hecho, ha agradecido que algunos presidentes autonómicos socialistas --como el valenciano Ximo Puig-- hayan “recogido el guante” a la “invitación” de las listas conjuntas, a pesar de que la Ejecutiva socialista la haya rechazado.
En su opinión, esto no significa que haya división en el seno del PSOE, sino un “debate legítimo” que es “muy saludable” para la democracia y ha asegurado que Podemos no se va a “encontrar en la cizaña” ni en la búsqueda de fracturas internas como han hecho otras formaciones con ellos.