El presidente de Rumanía, el conservador Klaus Iohannis, rechazó hoy a la candidata propuesta por el Gobierno para dirigir la Fiscalía Anticorrupción al entender que tiene intereses personales que pueden influir en su imparcialidad.
Iohannis fundamentó su decisión en el artículo de la Constitución que establece que “no pueden ser elegidos para altos cargos los jueces que hayan pertenecido o colaborado con los servicios secretos, o que tengan un interés personal que influya o pueda influir en la objetividad e imparcialidad de los deberes previstos por la ley”.
El Gobierno ha propuesto a Adina Florea, actualmente fiscal en la ciudad de Constanza, como sustituta de Laura Codruta Kovesi, que fue destituida el pasado abril por el Gobierno (en contra de la opinión de Iohannis) del Consejo Superior de la Magistratura y de la Comisión Europea.
El despido de Kovesi, que llevó a cientos de políticos, entre ellos ministros, legisladores y alcaldes, ante los tribunales por delitos de corrupción, fue contestado también por multitudinarias manifestaciones populares.
El Consejo Superior de Magistratura (CSM), órgano que vigila la independencia del sistema judicial, ya había rechazado en octubre la candidatura de Florea, a la que atribuyó “una baja capacidad de análisis” y “dudosos valores de honestidad e imparcialidad”.
El pasado martes, la CE advirtió que la lucha contra la corrupción ha sufrido un retroceso en Rumanía debido a una serie de reformas legales impulsadas por el Gobierno que lidera el Partido Socialdemócrata.