El presunto líder yihadista Ismael Abdellatif Al Lal ha declarado hoy en la Audiencia Nacional que viajó a Turquía de turismo y que aprovechó para visitar un campo de refugiados sirios pero que su objetivo no era llevar combatientes a Siria para acciones del Estado Islámico.
La Audiencia Nacional ha reanudado hoy el juicio de la primera célula desarticulada en España dedicada al reclutamiento de yihadistas, que contaba con once integrantes, para los que la Fiscalía pide penas de 10 y 12 años de cárcel.
Los acusados Karin Abdeselam Mohamed, alias Marquitos, que declaró ayer, e Ismael Abdellatif Al Lal, para los que el fiscal pide la principal pena de 12 años de cárcel, eran a juicio del Ministerio Público los presuntos dirigentes de esta red, que posiblemente mandó a luchar a Siria a catorce personas de las que al menos ocho murieron.
Ismael Abdellatif ha explicado que es fontanero, que vive desde 2007 en Bélgica, que va a Ceuta de vacaciones y que en abril de 2012 fue a Estambul para visitar la ciudad y que aprovechó que había en otra zona de Turquía una reunión de “Amigos de Siria” debido a una “emergencia humanitaria” para visitar un campo de refugiados al que llevó comida para ayudar.
De esta forma, ha negado la acusación del fiscal de que acompañó a tres presuntos combatientes procedentes de Ceuta a la frontera de Turquía con Siria para que se incorporaran a la lucha del Estado Islámico y ha comentado que cuando realizó este viaje no existían grupos terroristas como éste.
También ha declarado hoy el acusado Abdelah Abdeselam Ahmed, alias El Cojo, considerado por el fiscal el referente ideológico de los radicales que viajaron a Siria, que ha negado todas las acusaciones y ha concluido diciendo: “Condeno el terrorismo yihadista”.