Después de meses varada en el Congreso y tras varias semanas de comparecencias de expertos, la Ley de Transparencia echa a andar este jueves en el Congreso con el debate de las enmiendas de totalidad presentadas por diez partidos (de todos los grupos salvo PP y PSOE), que piden la devolución del texto al Gobierno.
La portavoz socialista, cuyo grupo renunció a presentar enmienda de totalidad, ha anunciado que el PSOE se abstendrá en la votación de las enmiendas y ha avisado al Gobierno de que tendrá que haber mucho diálogo si quiere contar con el apoyo final del primer partido de la opopsición.
El PSOE ya ha venido marcando una serie de exigencias para avalar esa ley: la inclusión de instituciones que reciben dinero público como la Casa del Rey y la Iglesias, garantías de independencia para la agencia que ha de evaluar el cumplimiento del deber de transparencia y la supresión del régimen disciplinario de 'buen gobierno' que habilita al Gobierno a sancionar e incluso destituir a cargos electos municipales y autonómicos.