El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha afirmado hoy que el “motor público” de la Comunitat Valenciana está “gripado” a causa de la infrafinanciación por lo que ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “actualizar el camino para avanzar juntos”.
Puig ha hecho estas declaraciones hoy en Castellón donde ha asistido a la inauguración del tramo Valencia-Castellón del Corredor Mediterráneo que permitirá la conexión de alta velocidad entre Madrid y Castellón.
El president ha afirmado que la Comunidad Valenciana está “haciendo los deberes, creciendo por encima de la media de España, liderando el crecimiento industrial y superando sus cifras récord de turistas y exportaciones”.
“En solo dos años y medio se han creado en la Comunidad 190.000 puestos de trabajo”, ha asegurado Puig, para añadir que esta situación ha sido posible debido a que “los empresarios y trabajadores con mucho esfuerzo están propiciando un escenario de estabilidad, diálogo y honradez que ha vuelto a traer inversión a nuestra tierra”.
Sin embargo, ha añadido el presidente, “el motor público está gripado”. Algo que se refleja en los datos del centro de estudios del BBVA que “ha cifrado el coste de la no inversión en la Comunidad Valenciana en medio punto de nuestro Producto Interior Bruto”.
Según Puig, en 2017, se licitaron 321 millones por parte de la Generalitat, 182 de las administraciones locales y 165 del Gobierno central, por lo que cada administración de “de preguntarse por qué tenemos estos niveles claramente insuficientes de inversión en la Comunitat Valenciana”.
En el caso de la Generalitat, ha indicado, “el motivo es claro: padecemos una infrafinanciación que nos obliga a gastar menos en servicios públicos fundamentales y reduce al mínimo nuestra capacidad para realizar cualquier otro tipo de políticas y por supuesto, invertir”.
Por ello ha pedido que el acto de hoy sea una invitación para “actualizar el camino para avanzar juntos y reflexionar sobre la proyección de un futuro compartido que ha de superar las visiones hegemónicas que van únicamente desde el centro hacia la periferia”.
Para Puig es hora de “superar la visión radial de España” en “infraestructuras, en economía y en políticas. Es hora de sustituir un centralismo que no responde a la realidad de España, por una proyección que se base en la fortaleza de España distribuida por todo su territorio”.