Rebeldes de varias facciones islamistas arrebataron hoy al Estado Islámico de Irak y de Siria, vinculado a Al Qaeda, el control de las localidades de Serin y de Manbech, en la provincia de Alepo, en el norte sirio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los insurgentes tomaron ambas ciudades después de que los yihadistas se entregaran tras violentos combates en la zona.
Mientras, prosiguieron hoy los choques entre ambas partes en el pueblo de Tal Rafat, en la misma provincia, donde los insurgentes se hicieron con el control de la sede principal del Estado Islámico en esa localidad.
En los últimos días, se han intensificado los enfrentamientos entre los extremistas y miembros de otros grupos islamistas contrarios al régimen de Damasco.
Los choques se desarrollan en las provincias de Hama, Idleb, Alepo y Al Raqa.
Al menos 59 rebeldes murieron el domingo en combates entre varias facciones islamistas y el Estado Islámico en distintas partes de Siria, según el Observatorio.
El Ejército Libre Sirio (ELS), de tendencia moderada, instó hoy a los combatientes extranjeros del Estado Islámico a que se unan a ellos en la lucha contra el régimen de Bachar al Asad y dejen de enfrentarse a otros rebeldes.