Tanto él como su número dos, Joan Tardà, han subido este lunes al autobús de campaña que ha llevado a los periodistas hasta Manresa para celebrar un mitin y, al principio del viaje, el candidato ha recibido como regalo las siete bolas de la serie de animación japonesa, a las que Rufián hace mención en todos sus mítines.
En esos actos explica la dificultad de cambiar la Constitución, que platea como una panacea, e ironiza con que para lograrlo se necesitarían las bolas, cuyo poder permite a quien las invoca pedir un deseo --en la serie--.
Rufián, a petición de los medios, ha invocado el poder del Dragón Xeron que concede los deseos, y ha pedido la reforma: “No ha funcionado. También se necesita una mayoría de dos tercios en el Congreso”.
“Dice mucho del Estado español que hayamos conseguido antes las 'Bolas de Dragón' que una izquierda valiente y una derecha democrática”, ha ironizado, siguiendo con su proclama que de los discursos de campaña, mientras Tardà las ha toqueteado, curioso, y ha dicho conocerlas a través de su hija.