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Sánchez dice que la reforma laboral “trasciende a las ideologías” y garantiza la estabilidad del Gobierno

Irene Castro

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El Gobierno presiona a los socios de la investidura para que apoyen la reforma laboral bajo el argumento de que votar en contra supondrá ir con la derecha. Pero Pedro Sánchez mantiene el llamamiento transversal para que el acuerdo alcanzado entre empresarios, sindicatos y Gobierno salga adelante con los máximos apoyos posibles. Es, de nuevo, la batalla del relato. “Es un acuerdo que trasciende siglas e ideologías”, ha expresado el presidente en una rueda de prensa en Dubai, donde ha visitado la Expo coincidiendo con el Día de España. Aunque ha evitado pronunciarse sobre el apoyo concreto de Ciudadanos y ha asegurado que no descarta “ningún voto”, ha aprovechado para enviar un recado al PP y para dar por hecho que tendrá estabilidad hasta las elecciones generales -que ha situado a comienzos de 2024-, a pesar del choque con los aliados habituales de la coalición.

“De lo que estamos hablando es de convalidar un acuerdo de país entre agentes sociales y Gobierno. El Gobierno y los agentes sociales hemos hecho los deberes: recomponer consensos que se habían roto en la década de 2010 a 2020”, ha comenzado Sánchez en su respuesta a los periodistas. La baza con la que está jugando el Ejecutivo en los últimos días es que la reforma laboral ya está en vigor y que, por tanto, tumbarla supondría la pérdida de derechos ya adquiridos para los trabajadores. Al igual que habían hecho las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz horas antes, Sánchez ha asegurado que los nuevos datos de empleo ya reflejan el nuevo marco laboral. “Ha aumentado la contratacion indefinida en el primer mes de vigencia de esta reforma laboral y es el mejor mes de enero de las últimas dos décadas”, ha resumido Sánchez, convencido de que está “acertando en la respuesta tanto socioeconómica como de forma en ese acuerdo”. “Me gustaría que fuera convalidada con el mayor respaldo parlamentario mañana”, ha insistido.

Sin embargo, convencer a algunos de los socios de la investidura es prácticamente imposible. En el Gobierno ya daban por perdido a EH Bildu hace semanas y en las últimas horas también han asumido que ERC se quedará fuera, aunque Díaz ha instado a negociar en las próximas 24 horas. El PNV también está, al menos por ahora, en el 'no' dada la negativa del Ejecutivo a recuperar la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales. Sánchez ha reiterado que se trata de un “acuerdo que trasciende siglas e ideologías”.

Preguntado por si le preocupa que la ruptura en esta votación del bloque de la investidura afecte al Gobierno de coalición, Sánchez ha asegurado que “la estabilidad está garantizada”. De hecho, ha señalado principios de 2024 como la fecha para los comicios generales. “El Gobierno de España tiene como propósito, objetivo y culminar la legislatura una vez que termine la presidencia española de la UE, que es el segundo semestre de 2023”, ha señalado.

Sánchez también quiere trasladar presión al PP por su negativa a avalar el acuerdo del diálogo social cuando el foco está puesto en los socios de la investidura -en buena medida porque Unidas Podemos dejó claro que su preferencia era sacar adelante la reforma laboral con ese bloque y cuestionó que fuera con Ciudadanos-. “Aquellas formaciones, especialmente el principal partido de la oposición, que dice 'no' rotundo, ¿a quién está representando? ¿Empresarios? ¿Trabajadores? No está representando la voluntad de acuerdo ni de empresarios ni de trabajadores”, ha dicho.

Así, ha aconsejado a Pablo Casado que se mire en el espejo portugués después de la mayoría absoluta que ha cosechado el socialista Antònio Costa. “Una de las principales lecciones [de los comicios en Portugal] es que aquellos partidos, y no tanto a la izquierda sino a la derecha, que no han contribuido a la estabilidad y han bloqueado la aprobacion de los presupuestos han salido perjudicados de este proceso”, ha señalado Sánchez. “Los ciudadanos no quieren elecciones sino partidos que arrimen el hombro”, ha sentenciado.

Sánchez esquiva lo relativo al emérito

El presidente ha esquivado todas las preguntas relacionadas con el rey emérito ante la coincidencia de ambos en Abu Dabi, donde Sánchez mantendrá un encuentro con el príncipe heredero, que es uno de los anfitriones de Juan Carlos I con quien Moncloa asegura que no habrá ningún contacto. “Mi agenda es pública, ustedes la conocen [ha comenzado a responder]. Vengo en el Día de España a celebrar y poner en valor la contribucion de España a esta Expo. Me gustaría que fuéramos conscientes de la relevancia económica de los acuerdos que estamos firmando”.

La intención del Gobierno con ese viaje a Emiratos Árabes Unidos, un país al que se le perdonan las violaciones de derechos humanos por intereses económicos, es meramente económica y comercial. “Es importante apalancar la inversión privada”, ha reconocido Sánchez, que también ha eludido decir si la buena relación de Juan Carlos I con las autoridades emiratíes ha allanado el camino. “Esta es una importante mision un importante viaje para estrechar las relaciones económicas y de inversión entre Emiratos Árabes Unidos y España. El viaje desde el punto de vista del tiempo es oportuno”, se ha limitado a contestar a esa pregunta. Tampoco ha querido decir nada sobre un hipotético regreso que Moncloa deja en manos de Zarzuela.