Siria e Irán condenaron hoy “rotundamente” las medidas israelíes adoptadas en la mezquita de Al Aqsa “para evitar que los fieles recen allí” y advirtieron a las autoridades de Israel de las “peligrosas repercusiones” que podrían acarrear.
Así lo expresaron el jefe de la diplomacia siria, Walid al Mualem, y el asistente del Ministerio iraní de Exteriores para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Yaberi Ansari, de visita en Damasco, según la agencia de noticias oficial siria, SANA.
Ambos achacaron a las autoridades israelíes la responsabilidad de lo que pueda ocurrir en la mezquita y de los “intentos de judaizar Jerusalén y borrar su identidad palestina”.
La tensión en torno a la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, se mantiene hoy por sexto día consecutivo, con fuertes medidas de seguridad israelíes y protestas palestinas contra los arcos instalados en los accesos tras el ataque llevado a cabo el pasado día 14 por tres árabes israelíes, que acabó con la vida de dos policías de Israel y los tres agresores.
La Explanada es el tercer lugar más santo del islam y alberga la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, aunque es también un lugar sagrado para el judaísmo, que lo denomina Monte del Templo, y tiene a sus pies el principal lugar de culto judío, el Muro de las Lamentaciones.
Por otro lado, Al Mualem y Ansari hablaron también durante su reunión de los últimos acontecimientos en Siria y del resultado de las últimas rondas de diálogo sobre el país árabe en Astaná y en Ginebra.
Al Mualem explicó a Ansari los esfuerzos ejercidos por su país en la lucha contra el terrorismo y sus patrocinadores, que “buscan destruir Siria para servir a Israel”.
Afirmó que el Gobierno sirio continuará “de forma implacable” combatiendo a los terroristas, al tiempo que proseguirá los esfuerzos para alcanzar una solución a la crisis, que preserve “la soberanía, la unidad y la integridad territorial” del Estado sirio.
Asimismo, Al Mualem valoró el apoyo prestado por Irán al pueblo y los dirigentes de Siria.
Por su parte, Ansari insistió en que Teherán seguirá apoyando a Siria en todos los ámbitos, incluida la lucha contra el terrorismo, y destacó la importancia de lograr una solución a la contienda sin injerencias extranjeras.
Asimismo, subrayó la importancia de la coordinación entre Siria, Rusia e Irán para conseguir una salida pacífica al conflicto.
Irán es uno de los principales aliados de Siria, adonde ha enviado a la Guardia Revolucionaria y a asesores militares que colaboran con el ejército nacional.