El Gobierno sueco anunciará en breve que no reconocerá como Estado a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), a pesar de una resolución anterior a favor del Parlamento, adelantó hoy la televisión pública SVT.
Marruecos impulsó en octubre una campaña de boicot a compañías suecas por la “postura hostil” de Suecia y “en reciprocidad” al que sufren allí los intereses marroquíes, según anunció Rabat, donde se han celebrado manifestaciones contra este país nórdico.
La ministra sueca de Exteriores, la socialdemócrata Margot Wallström, había dicho entonces que el Gobierno estaba estudiando aún su postura sobre el tema y que esperaría al resultado de un informe interno, que según SVT ya está listo, aunque Estocolmo ha rechazado pronunciarse de momento al respecto.
El Gobierno sueco apelará a que el Sáhara Occidental no cumple los criterios tradicionales para su reconocimiento como Estado, como un territorio delimitado o un gobierno que lo controle, informó la cadena pública, que añade otros motivos subyacentes.
Los efectos negativos del boicot comercial de Marruecos y el rol importante de este país en el mundo árabe, cuyo apoyo necesita Suecia para lograr un puesto temporal en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pesarían en contra del reconocimiento.
Suecia mantiene además una crisis diplomática con Israel a raíz del reconocimiento en 2014 de Palestina como Estado y varias declaraciones de Wallström, que también ha estado envuelta en una controversia por criticar a Arabia Saudí.
SVT apunta a que el anuncio podría realizarse este lunes, un día antes de la visita a Estocolmo del presidente de la Cámara de Representantes marroquí, Rachid Talbi Alami.
El Parlamento sueco aprobó en 2012 una resolución para reconocer al Sáhara Occidental con los votos de la entonces oposición de izquierda -socialdemócratas incluidos- y de Demócratas de Suecia, una formación de corte xenófobo a la que el resto hace el vacío.
El Partido Socialdemócrata había votado ese mismo año en su congreso una moción favorable al reconocimiento.
El triunfo del centroizquierda en los comicios legislativos de 2014 propició que el socialdemócrata Stefan Löfven fuese elegido primer ministro, pero el Ejecutivo sueco, que gobierna en minoría con los ecologistas, ha evitado hasta ahora reconocer a la RASD.
“El Gobierno se doblega ante las presiones de un brutal poder de ocupación. Hay un ocupación ilegal y un pueblo ha sido expulsado parcialmente. Muchos tenían puestas sus esperanzas en Suecia, el Gobierno los ha decepcionado”, declaró hoy a SVT el líder del socialista Partido de la Izquierda, Jonas Sjöstedt.