El Tribunal Supremo (TS) confirmó una condena a cuatro años de cárcel a Oskar Gröning, de 95 años, por su participación en los crímenes del campo de concentración de Auschwitz.
Gröning, el llamado “contable de Auschwitz” por sus funciones esencialmente burocráticas en ese campo nazi, fue condenado en julio de 2015 por la Audiencia Provincial de Lüneburg (norte de Alemania) por complicidad en 300.000 casos de asesinato.
El tribunal consideró que aunque a Gröning no se le pudiera comprobar una participación directa en los asesinatos, su trabajo había contribuido al funcionamiento del campo de exterminio lo que lo convertía en cómplice.
La confirmación de la sentencia por parte del TS abre la puertas a otros procesos de cómplices del Holocausto.
Durante décadas, muchas personas implicadas en el Holocausto escaparon de la justicia debido a que no habían participado directamente en ejecuciones.
En 2011 por primera vez se produjo un giro con la condena del ucraniano John Demjanjuk, quien fue sentenciado a cinco años de cárcel en 2011 por complicidad en la muerte de casi 30.000 judíos en el campo de Sobibor, en la Polonia ocupada.
Sin embargo, esa condena nunca llegó a estar en firme pues Demjanjuk murió antes de que hubiera una decisión por parte del TS.