En el entorno del presidente del tribunal de garantías se reconoce que la judicialización de la política puede ser inevitable en algunas ocasiones, si bien sería deseable lo que algunos denominas “bajar el diapasón”, con el objetivo de reconducir en actual nivel de enfrentamiento en algunos conflictos que es un hecho que existen.
Las mismas fuentes señalan que este deseo de diálogo ya ha sido manifestado de forma contundente por el Tribunal Constitucional en sus últimas resoluciones, en especial en las referidas a los recursos contra lo que ha venido a denominarse proceso de ruptura en Cataluña.
No obstante, apuntan que este deseo se extiende al clima político en general, y no sólo a lo referido a Cataluña. Cualquier diálogo, en todo caso, debe basase en la Constitución y en las Leyes, ya que de otro modo es difícil que pueda tener éxito.
Este llamamiento el tribunal subraya que lo viene realizando en los últimos meses y no quiere vincularlo expresamente al inicio de la nueva etapa política que se abre ahora tras la formación del nuevo Gobierno.