El canciller de Ecuador, José Valencia, se reunió hoy con el vicepresidente chino, Wang Qishan, durante la tercera jornada de su viaje al gigante asiático y formalizó la adhesión del país latinoamericano al Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII).
Fuentes diplomáticas informaron a Efe de que Valencia y Wang abordaron cuestiones de carácter estructural e histórico de las relaciones entre China y Ecuador.
Asimismo, analizaron cómo debería proyectarse la asociación estratégica integral entre ambos países de cara al futuro en el marco de la Franja y la Ruta, la multimillonaria iniciativa global de infraestructuras e inversiones china, a la que Ecuador se sumó hace casi un año.
Valencia se desplazó posteriormente a la sede del BAII donde depositó el protocolo de adhesión y recibió el certificado de membresía de parte del banco.
El BAII es una institución creada por China en 2014 para financiar proyectos de infraestructura en Asia y otras partes del mundo que, además de los países asiáticos, cuenta entre sus miembros a estados como Alemania, Reino Unido, España, Francia, Italia, Chile, Perú, Bolivia o Venezuela.
Más tarde, el canciller ecuatoriano se entrevistó con su homólogo chino, Wang Yi, con quien abordó los avances en la asociación estratégica y en los acuerdos suscritos durante la visita del presidente de Ecuador, Lenin Moreno, a Pekín en diciembre de 2018.
Wang Yi y Valencia trataron, según las fuentes citadas, el acceso y el incremento de la presencia de productos ecuatorianos en el mercado chino, la asociación integral China-América Latina y el Caribe o los 40 años de relaciones diplomáticas entre China y Ecuador.
Además, los cancilleres firmaron un acuerdo de cooperación entre las academias diplomáticas de Ecuador y China.
Valencia comenzó su visita al gigante asiático el pasado miércoles en la ciudad de Shanghái, donde permaneció dos días, y tras su estancia en Pekín se desplazará a la ciudad de Xian, donde el lunes concluirá su viaje.
El pasado diciembre el presidente de Ecuador realizó una visita de Estado de tres días a China en la que se sentaron las bases de una cooperación estratégica entre ambos países y se formalizó la adhesión del país andino al proyecto de la Franja y la Ruta, también conocido como las Nuevas Rutas de la Seda.
El Gobierno de Pekín y la delegación diplomática y empresarial encabezada por Moreno firmaron entonces un gran número de acuerdos en materias relativas a la prevención y gestión de desastres naturales, intercambios culturales, cooperación policial y judicial, y aviación civil.
En aquella visita, Moreno buscó también impulsar la cooperación en áreas como hidrocarburos, minería, infraestructura y finanzas, así como concretar inversiones para fomentar la industrialización, el desarrollo social y el bienestar integral del Ecuador.