El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, continúa retenido en las dependencias de la Guardia Civil en Las Rozas (Madrid), donde los empleados federativos reanudaron este miércoles el trabajo tras los registros efectuados ayer en la sede central del organismo.
Villar permanece desde cerca de las cuatro de la madrugada en la casa cuartel de la Guardia Civil, donde fue trasladado más de doce horas después de permanecer en las oficinas de la RFEF junto a los miembros de la UCO (Unidad Central Operativa) que llevaron a cabo los registros.
Mientras tanto en la sede la RFEF este miércoles se trata de retomar la normalidad y los empleados regresaron a sus puestos de trabajo, después de ver interrumpida ayer su actividad a primera hora del martes cuando llegaron los efectivos de la Guardia Civil para proceder a los registros.
Éstos fueron ordenados por el juzgado número uno de la Audiencia Nacional, dentro de la operación denominada “Soule”, que incluye la detención de Villar y su hijo, Gorka Villar, además del vicepresidente primero y económico de la RFEF, Juan Padrón, entre otros.
El juez Santiago Pedraz, ante el que está previsto que comparezca mañana Ángel María Villar, ordenó la intervención por presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental y declaró secretas las diligencias.