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El Consejo de Gobierno de la Gerencia Municipal de Urbanismo ha desbloqueado el proyecto del nuevo estadio del Betis y lo ha hecho con el voto favorable de todos los grupos menos el de Podemos-Izquierda Unida, con lo que sólo le queda su validación definitiva en el próximo pleno municipal. El nuevo Benito Villamarín tendrá también un hotel, un auditorio de 400 plazas y centros de ocio y restauración que han disparado las alarmas en colectivos vecinales, que han mantenido un pulso con el gobierno local por este proyecto. Ecologistas en Acción también lo ha llevado hasta el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Concretamente, lo que se ha aprobado es la redacción de un estudio de ordenación urbanístico que, según el Ayuntamiento, persigue el establecimiento de la actuación de mejora urbana en los suelos sobre los que se desarrollará la transformación del recinto conforme al régimen de uso de equipamiento deportivo de carácter privado y sus usos compatibles permitidos. Este estudio de ordenación establece una ordenación urbanística detallada que “aporta valor a la ciudad de Sevilla en diferentes áreas”, que van desde la económica hasta la social, pasando por el desarrollo urbanístico y la proyección de su imagen exterior.
El gobierno local defiende que el proyecto “va a aportar dos cosas importantes a la ciudad y al entorno del estadio”. Por un lado la dotación de espacios de esparcimiento y relación social de calidad, con la implantación de espacios de ocio y paseo; por otro, espacios terciarios, usos hoteleros, nuevas plazas de aparcamiento en parking subterráneo, y espacios comerciales que darán vida al barrio durante todo el año.
“Va a potenciar la imagen de Sevilla”
El Consistorio sostiene que la iniciativa “dará lugar a un complejo edificatorio híbrido de calidad que dotará de servicios para los ciudadanos, el turismo y las empresas”. A ello se une que será “capaz de acoger encuentros y eventos internacionales de primer nivel que van a potenciar la imagen de Sevilla y Andalucía, todo ello alineado con el Plan Estratégico de la ciudad”.
El proyecto incluye levantar en la parcela anexa un inmueble de hasta 47 metros de altura para usos hoteleros y actividades ligadas a la salud, al deporte y al ocio. No obstante, la iniciativa ha sido objeto de alegaciones por parte de nueve asociaciones vecinales, como Heliópolis, Pedro Salvador o Parque Vivo del Guadaíra.
El alcalde, José Luis Sanz (PP), ha saludado este penúltimo paso del proyecto como “una buena noticia” para que Betis y Sevilla (que está embarcado en una operación urbanística similar) “mejoren las instalaciones deportivas de nuestra ciudad y que los dos clubes puedan ver desbloqueados proyectos que tenían de hace más de 20 años y se conviertan en realidad”.
Traslado a la Cartuja
Por otro lado, el alcalde ha señalado que están en conversaciones con el Betis “desde hace ya algún tiempo” y con la Junta de Andalucía en relación a las obras de acceso al estadio de la Cartuja ante la inminente llegada del club verdiblanco, que en esta temporada disputará allí sus partidos oficiales como consecuencias de las obras en el Villamarín.
Sanz ha afirmado que en los próximos días se darán detalles del servicio de lanzaderas de Tussam para el desplazamiento de los aficionados, que contarán también con el Cercanías los días de partido. Aun así, ha pedido públicamente perdón “a los muchos beticos que, evidentemente, durante los primeros encuentros y por el desconocimiento que todos tengamos de cómo funciona ese entorno o la primera vez que llegamos a ese estadio, se generarán algunas molestias que espero que en dos o tres partidos se solucionen”.