En la fosa Monumento del cementerio de San Fernando de Sevilla se calcula que pueden estar sepultadas 7.440 personas, de las que 2.613 serían víctimas del franquismo. Esto la convierte en el enterramiento común con más represaliados de la capital y el segundo más grande de Andalucía tras el del cementerio de San Rafael, en Málaga, considerado el más importante de España hasta la fecha. Ya hay dinero público para acometer la exhumación y existe consenso entre todas las administraciones, pero a la hora de la verdad el proyecto sigue sin avanzar por la falta de iniciativa del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, que es el que debe desarrollar el proyecto de actuación.
Esto compromete el plazo de concluir los trabajos en 2029, como se habían marcado el Gobierno central, la Junta de Andalucía, la Diputación y el propio Consistorio hispalense. Así se expresó al firmar el pasado junio el protocolo que rubricó el acuerdo político sellado en marzo de 2024 y con todavía los correspondientes convenios por firmar, lo que da cuenta de lo premioso que está siendo el camino.
Administrativamente, se están repitiendo exactamente los mismos pasos que para la fosa de Pico Reja, en la que se rescataron 1.786 cuerpos de víctimas de la represión franquista. La diferencia es de velocidad y de predisposición por la parte municipal, ya que aquel proyecto lo impulsó Juan Espadas como alcalde, mucho más comprometido con la cuestión memorialista que el actual regidor, José Luis Sanz (PP), que siempre ha dicho que es una “competencia impropia” del Ayuntamiento.
A día de hoy, tanto el Gobierno (a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática) como la Diputación provincial han liberado fondos económicos para afrontar los trabajos necesarios. Pero todo está en manos del Consistorio, que como propietario del terreno en el que se va a actuar tiene que diseñar un proyecto de obras que no está precisamente entre sus prioridades. Como muestra de ello, el gobierno local del PP no ha reservado en el presupuesto municipal para 2026 ninguna partida para ello, aunque el discurso oficial es que está comprometido con la iniciativa.
El problema es que sin este proyecto, y los subsiguientes convenios, la Diputación por ejemplo no puede hacerle llegar al Consistorio los 331.000 euros que consignó para este fin en sus cuentas del presente año, un dinero que para no perderlo al final va a redirigir a otras cuestiones de memoria histórica en la provincia dada la falta de respuesta municipal. La Junta señala que cuando llegue ese momento también tiene dinero preparado, que sacará de la partida de memoria en el presupuesto para 2026, que incluye 400.000 euros para exhumaciones y actuaciones en fosas y otros 600.000 euros para identificación genética.
El Gobierno central ha aprobado asimismo 200.000 euros para este fin, tal y como se publicó en el BOE del pasado 1 de octubre, una cantidad que al ser una asignación directa se puede entregar sin esperar al proyecto. Desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática se confirma que se requirió al Consistorio la documentación necesaria para hacerla efectiva, que presentó el pasado 24 de octubre.
Una vez resueltos los siguientes trámites –Abogacía del Estado e Intervención General– está prevista la firma de la resolución para estos días, con lo que la transferencia económica se completaría este mismo mes, en lo que se considera un adelanto del importe final que termine correspondiéndole al Gobierno con el compromiso además de completar su aportación en 2026. Pero eso sí, se incide en que “el Ayuntamiento tiene que realizar el proyecto y definir el presupuesto definitivo”, tal y como señalan fuentes de la Secretaría de Estado.
“Nada impide, sino más bien lo contrario, que firme con las otras dos administraciones el convenio que plasme cantidades y anualidades”, para que así le lleguen unos fondos ya consignados, cuya cuantía exacta (cada administración pondrá un 25%) no se sabrá hasta que se concrete el proyecto. “Y por supuesto, tiene que incluir en su presupuesto la partida correspondiente que se prevea”, algo que de momento no entra en los planes municipales.
El gobierno local, por su parte, remite a las últimas declaraciones del primer teniente de alcalde y portavoz municipal, Juan Bueno (PP), quien recientemente insistía en que “existe compromiso” por parte del Ayuntamiento, pero que son las otras administraciones las que tienen que dar un paso al frente. “En 2025 no se ha hecho nada”, apuntaba, y recalcaba que “aquí hay que hablar menos y hacer más, y eso es lo que le pedimos a las administraciones competentes. Cuando ellos hagan, en vez de hablar, nosotros también haremos”.
Desde el Consistorio se subraya que todavía no se ha recibido ni un euro, algo que –al margen de la asignación directa del Estado– es imposible sin redactar el proyecto que le corresponde, en base al cual se podrán firmar los convenios subsiguientes con cada administración. Y, en una especie de pescadilla que se muerde la cola, se agarra a que no le han transferido fondos para justificar no incluir nada en su presupuesto para 2026.
“Cuando las administraciones, sobre todo las competentes, la Junta y el Estado, den pasos adelante” entonces, asegura Bueno, “el gobierno municipal estará a la altura y pondrá su parte”. En este sentido, recuerda que en las cuentas municipales de 2023 aprobadas por el PSOE se reservaban 350.000 euros para la fosa Monumento que, al aterrizar en la Alcaldía en junio de 2023, el PP destinó a otros fines porque “si hubiéramos querido ejecutar no hubiéramos podido porque no había ningún planteamiento”.
“Siempre lo hemos dicho, no vamos a poner nada por escrito que no se pueda cumplir”, de ahí que no hayan reservado nada en los ejercicios presupuestarios de 2024, 2025 y 2026. El empujón necesario podría darse en la comisión de seguimiento del protocolo rubricado el pasado junio, que la Junta de Andalucía se ha comprometido a convocar antes de que acabe el año. Hasta entonces, no parece previsible que el Ayuntamiento haga movimientos ni tome iniciativa alguna, sobre todo en un contexto en el que ha borrado toda mención a memoria histórica en la web municipal y ha dejado su Oficina de Memoria al borde de la liquidación al abrirla sólo dos veces al mes.
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