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Arabia Saudí suspende las entradas al país ante una nueva variante del coronavirus

Riad —

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Riad, 20 dic (EFE).- Arabia Saudí decretó este domingo la suspensión de todas las entradas al país por tierra, mar o aire por un periodo de una semana, ampliable a dos, debido a la nueva variante del coronavirus causante de la covid-19 que se ha detectado en el Reino Unido.

El país árabe ha adoptado esta decisión “en base a lo que ha planteado el Ministerio de Salud sobre la propagación de la nueva mutación del coronavirus de la covid-19 en varios países”, informó la agencia oficial de noticia saudí SPA citando a una fuente del Ministerio de Interior.

Dicha fuente detalló que se suspenden temporalmente todos los vuelos internacionales, “salvo casos excepcionales” y para aquellos ciudadanos extranjeros que quieran salir del país, así como de la entrada al reino árabe “a través de los puertos terrestres y marítimos”

Aunque por una parte el informante aseguró que se adoptaban estas medidas por un periodo de una semana con la posibilidad de ampliarla a dos, por la otra afirmó que lo hacían en espera de que “se aclare la información médica sobre la naturaleza” de la nueva mutación del coronavirus.

Otra de las medidas de prevención anunciadas consiste en el aislamiento domiciliario por un periodo de dos semanas y la realización de un test de covid-19, que se deberá repetir a los cinco días, a todas aquellas personas que hayan regresado desde un país europeo después del 8 de diciembre pasado.

Sí se permitirá, sin embargo, el transporte de “mercancías, productos básicos y cadenas de suministro de países donde no haya aparecido la nueva mutación.

Arabia Saudí es el segundo país de Oriente Medio que toma medidas ante la nueva variante de coronavirus detectada por el Reino Unido, y que según la evidencia científica acelera hasta en un 70 % la transmisión, después de que Kuwait hubiera anunciado unas horas antes la prohibición de vuelos desde este país.

Antes, varios países europeos habían anunciado la prohibición de vuelos con Reino Unido, que ante la nueva mutación del vírus se ha visto obligado a imponer duras restricciones en el país, incluido el confinamiento de más de 20 millones de personas.