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El compromiso de América Latina es “la clave del éxito” en la lucha contra el hambre

EFE

Santiago de Chile —

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El compromiso político y social de América Latina y el Caribe ha sido “la clave del éxito” en la lucha contra el hambre en la región, señala un informe de la FAO, presentado hoy en Santiago, que proclama a Latinoamérica como la región mundial “que más avanza hacia la erradicación del hambre”.

De acuerdo con el informe “Panorama de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe”, publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el porcentaje de personas que sufren hambruna actualmente en la región se redujo más de la mitad desde 1990.

El documento estima que, actualmente, el total de personas subalimentadas en Latinoamérica y el Caribe asciende a 34,4 millones, lo que corresponde a un 5,5 % de la población, menos de la mitad que hace 25 años, cuando el hambre acechaba a un 14,7 % de los latinoamericanos.

“La historia del éxito de la región se sustenta en el enorme compromiso político para erradicar el hambre y la atención que ha prestado a los problemas sociales de las partes más vulnerables de la sociedad”, dijo hoy a Efe el representante regional de la FAO, Raúl Benítez.

Ello, propiciado también por una combinación de estabilidad macroeconómica y política que, según la FAO, ha sabido traducirse en metas sociales más exigentes en la lucha contra el hambre y la pobreza.

De seguir así, dentro de unos años “el sueño de la erradicación del hambre se puede hacer realidad”, sostuvo Benítez, quien auguró que su generación de latinoamericanos y caribeños será “la última en convivir con el hambre”.

Además de cumplir con creces el desafío de reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que sufren hambre, establecido por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Latinoamérica se alza ahora como la primera región del mundo en alcanzar la meta de reducir a la mitad la población que en 1990 padecía desnutrición crónica, fijada en 1996 por la Cumbre Mundial de la Alimentación.

Según la publicación de la FAO, la región fue pionera en proponer no solo la disminución sino la erradicación total del hambre a través de la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre, refrendada por todos los países de la región a partir de 2005.

A ella se han sumado múltiples acuerdos que han trabajado en pos de la misma meta, además de proyectos y políticas de estado.

Si bien el compromiso político ha sido, según Benítez, la “clave del éxito” para alcanzar estas metas sociales, destacó que la combinación de medidas de acción directa, como la implementación de programas de alimentación escolar, con planes de largo alcance como programas de acceso al financiamiento, explica “la exitosa trayectoria de América Latina”.

Aunque la región como un todo ha sido la primera en haber logrado las dos metas de la lucha contra el hambre a nivel mundial, el progreso ha sido diferente en cada subregión.

En este sentido, el informe recalca que mientras que América del Sur logró reducir la subalimentación en más del 75 %, la prevalencia en América Central disminuyó un 38,2 %

Asimismo, la situación más delicada sigue siendo la del Caribe, que solo consiguió reducir sus índices de hambruna en 7,2 puntos porcentuales desde 1990 y donde actualmente se estima que 7,5 millones de sus habitantes siguen padeciendo hambre.

La representante regional adjunta de la FAO, Eve Crowley, explicó que la situación del Caribe responde en gran parte a la realidad de Haití, “el país con más inseguridad alimentaria de la región, en el que se concentra el 75 % de la población subalimentada del Caribe”.

“Los problemas de Haití son problemas de siglos de desigualdades e inestabilidades políticas. Es por eso que este país caribeño es una prioridad par la FAO que espera poder obtener mejores resultados a medio plazo”, anunció Crowley.

Casos como el de Haití son una muestra, según Benítez, de que aún “queda mucho por hacer” y que de ahora en adelante se debe “subir la apuesta” y trabajar no solo por la disminución sino también por la erradicación total del hambre en la región.

En este sentido, Benítez hizo un llamado a otras agencias para que se sumen a la lucha y pongan el énfasis en los grupos vulnerables.

“Ha llegado la hora de que la FAO siga trabajando pero necesitamos que otras agencias asuman también un rol más activo porque no sólo necesitamos proteger los avances logrados en materia social sino también darles sostenibilidad en el tiempo”, sentenció el economista argentino.