La jornada se preveía larga, y así lo ha sido. Llegamos a las últimas horas del día con un segundo retraso en la COP de Madrid. La presidencia de la cumbre ha pospuesto el plenario de clausura cinco horas. De las 18:00 horas ha pasado a las 23:00 horas.
No es ninguna novedad, es una dinámica habitual en todas las conferencias climáticas, como nos ha contado nuestro compañero Raúl Rejón. A medida que se aproxima el momento definitivo en el que hay que aprobar un texto final consensuado, la última sesión va difiriéndose. Puntos sin cerrar, escollos, giros de última hora… hacen muy difícil que se cumpla el horario previsto.
Los atascos han sido los mismos que al comenzar esta fase de negociación política: cómo incluir la necesidad de elevar la ambición de los planes nacionales contra el cambio climático, cómo regular los mercados de derechos de emisión de gases, la ayuda que piden los países cuyas economías dependen hoy de la venta de combustibles fósiles para desengancharse de ese sector o reactivar la financiación internacional para adaptarse a las pérdidas y daños que ya experimentan actualmente algunos países por los efectos del cambio climático.
Fuera, las últimas horas de la COP25 se han teñido de protestas. Unos doscientos activistas han participado en una sentada en la 'zona azul' y después en una concentración a las puertas de . “Dilatando los tiempos de nuevos compromisos, podemos retrasar durante años afrontar la emergencia climática”, han criticado. Informa Belén Remacha.
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