Los grupos ecologistas polacos anunciaron hoy que continuarán sus protestas en Bialowieza, uno de los últimos bosques vírgenes del continente y hogar del bisonte europeo, para exigir al Gobierno polaco que cumpla con la petición de la UNESCO y cese las talas en este espacio natural Patrimonio de la Humanidad.
Las organizaciones ecologistas temen que el Ejecutivo polaco no siga las directrices del organismo de la ONU, que en su 41ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra en Cracovia, ha urgido a Varsovia a que ponga fin “inmediatamente” a las talas en las partes más antiguas del bosque de Bialowieza.
La UNESCO también pidió al Ejecutivo polaco esfuerzos para mantener la “integridad” de este bosque primigenio.
Por su parte la primera ministra polaca, Beata Szydlo, puntualizó hoy que técnicamente no existe ninguna orden de la UNESCO para que cesen las talas, “sino que la única decisión verdaderamente adoptada en Cracovia es la de aplazar el debate sobre Bialowieza para el próximo año, según había solicitado el Gobierno polaco”.
El aplazamiento al que se refirió Szydlo permite que Varsovia retrase hasta finales de 2018 la entrega a la UNESCO de un informe con el resultado de sus actuaciones de protección en Bialowieza.
Una vez recibido dicho informe, y si la Unesco confirmase que no se cumplen con los requisitos de conservación exigidos, el bosque de Bialowieza podría incluso llegar a ser incluido en la Lista de Patrimonio en Peligro.
El Gobierno polaco alega que ha autorizado las talas para frenar el avance de una plaga de escarabajo que afecta a la corteza de los abetos y para luchar contra el riesgo de incendios forestales.
Por su parte los grupos ecologistas aseguran que detrás de las talas se esconde la explotación comercial de la madera de un bosque protegido.